Apuntando a la diana

Tuesday, August 01, 2006

BLOG CERRADO!!


DEBIDO A LA CONFUSIÓN CON EL "CAMBIO DE CASA", SE DA POR CERRADO ESTE BLOG. ME HE TRASLADADO A LA NUEVA BITÁCORA "RATONEANDO".

NOS LEEMOS ALLÁ EN UN CLICK! ;)



Thursday, October 06, 2005

Cambio!



Este blog está haciendo una minga. Se muda a "ratoneando" . Te veo en un click!! ;)

Saturday, October 01, 2005

Los favores de Alguien

Alguien, como muchos de nosotros, tenía una mascota que paseaba cerca de su hogar. Un buen día se encontró con un buen hombre que paseaba a su buena mascota en el mismo sector. Viendo que sus aficiones eran similares, trabaron amistad.

En cierta ocasión, el buen hombre, conversando con Alguien, le explicó que deseaba adquirir otra mascota, pues creía que la suya estaba muy solitaria. “¡Yo sé dónde podemos conseguirla!”, exclamó ella. Dicho y hecho, Alguien conversó con algunos conocidos, y le trajo una linda mascota al buen hombre. Él quedó muy contento con su nuevo animalito. “¡Ahora sólo necesito un vehículo para disfrutar de la playa junto a los pequeños!”

Alguien, al oír esto, recordó a una Tía suya, quien tenía planes para vender un auto de similares características a las que necesitaba el buen hombre. Sin prometerle nada, decidió ayudarlo, para lo cual viajó a la casa de su Madre donde de seguro encontraría a su Tía. Luego, a la hora de la cena, Alguien le contó del negocio que podría beneficiarla tanto como al buen hombre. A la Tía le agradó el acuerdo, y luego de coordinarse con su marido –ya que estaba separada, y el vehículo estaba a nombre de él- aceptó.

La Madre de Alguien, quien había escuchado la conversación, codiciosamente propuso elevar el monto pactado pues se dio cuenta de la necesidad del buen hombre, a quien consideró un hombre rico sin siquiera conocerlo. Alguien, por no polemizar, afirmó que lo intentaría pero aclaró que en el fondo valía la oferta original. La Tía, que estaba escuchando, confirmó todo esto.

Al día siguiente, Alguien telefoneó al buen hombre y le contó que quizás también podría encontrarle un automóvil para pasear. El buen hombre, muy contento, acordó reunirse con la Tía esa tarde. Llevó a su mecánico para que lo asesorara, y luego de toda una tarde de revisiones y de quedar conforme con la revisión, vendedora y comprador confirmaron el monto convenido.

El buen hombre estaba contento con su compra, y Alguien fue feliz pudiendo ayudar a ambas partes. Los documentos de la venta estarían listos al otro día, para que él pudiera estrenar su adquisición.

Alguien se acostó a estudiar. Al rato siguiente, llama la Madre, pidiendo que se anule la transacción. Ella se habría comunicado con el Tío y le habría contado que podía aprovecharse del buen hombre, negándose a firmar de inmediato para lograr más dinero. “El negocio era entre el buen hombre y la Tía, confirmado dos veces con ella. No sé por qué te has metido en todo esto, ni por qué se ha metido el Tío”, alegó Alguien a la Madre, cortando la llamada con rabia.

De la Tía nunca más se supo ni se tuvo explicación alguna.

Con pesar por el buen hombre que había perdido tiempo en su búsqueda urgente por el vehículo, Alguien le comunicó que debía deshacerse lo conversado y los motivos que había para ello. “No te preocupes”, le respondió. “Aunque te había dicho que todo iba no lo habría comprado, pues con mi mecánico continuamos viendo otros autos ya que en realidad no le gustó el de la Tía”. Al día siguiente, se supo que el hombre –ya no tan bueno- había comprado un automóvil más viejo y por más dinero –incluso más dinero del que querían el codicioso Tío y la entrometida Madre- a un amigo del mecánico, quien a su vez recibía parte del dinero de la compra por “asesorar”.

Alguien se frustró. Sabe que no volverá a saber pronto de la Tía, quien, al no tener carácter, esperará que las cosas se arreglen por medio de la Madre o “con el tiempo”. La Madre a su vez, seguramente llamará haciéndose la simpática en un par de semanas, invitando a Alguien a almorzar uno de estos domingos. ¿El buen hombre? Todavía no sabe del auto por el que ya pagó.

No era en absoluto la primera vez que a Alguien le ocurrían este tipo de chascarros. Ella se prometió a sí misma, cansada, no volver a brindar ayuda. Creía que si sólo se dedicaba a conversar tonteras triviales y a pasear a su mascota por el parque, se ahorraría unas cuantas rabias.



Más historias de Alguien –y vaya sí las hay- en un próximo capítulo.

Monday, September 26, 2005

Crónica de una amistad anunciada

Llevaba ya enojada un tiempo con un amigo de años. Los roces comenzaron hace casi dos meses, en aquella época en que yo comenzaba a enloquecer en la U, donde, después de un mes de paro y otro mes lleno de enfermedades en que no debo haber ido más de 7 días ese mes a clases, comenzaba a rendir evaluaciones atrasadas. Digamos, unas dos por día, tres semanas sin parar, sábados incluidos. Les suena el término “overburning”…?

Imagínense cómo sería la hecatombe doméstica… y cómo sería mi humor… ¡glup!

Esa tarde, este cabro –bueno, hace rato ya que dejó de ser cabro, pero dejémoslo así, hehe- tuvo la ocurrencia de juntarnos a comer pizza en mi casa. A regañadientes acepté, a pesar del cansancio y de haberle advertido del desastre (aunque creo que nadie podría imaginar el nivel cof cof). Sonó el timbre, entró una caja de pizza seguida de una poncherita poca. Ahí estaba, polera blanca, y buzo plomo claro, los que pronto serían ensuciados sin piedad por mis delicadas perritas… cof cof…

Primero unos incisivos comentarios sobre la hecatombe casera, luego sobre las perras, y por aquí y por allá terminamos comiendo la pizza en silencio para finiquitar con un interminable paseo a las caninas, sin cruzar palabra hasta que él, hastiado, se retiró.

Le mandé un correo contándole lo mal que me había hecho sentir, por esas y otras cosas más, tratando de ser asertiva y firme, pero sin malas ondas. Incluso le pedí a mi pololo que lo leyera, para asegurarme de contar con algo de objetividad. Pero mi mail fue mal recibido, y cortamos todo contacto.

En ese momento me sentía ofendida, y aunque no tenía problemas en disculparme por mis pesadeces, esperaba que el muchachote diera el primer paso. Nunca ocurrió. Y llegó el instante en que tuve que cuestionarme si la amistad realmente valía la pena como para jugármela, considerando que soy muy orgullosa y me cuesta mucho dar “primeros pasos”.

Tuvimos otro acercamiento bien frío por MSN, con mi pololo tratando de interceder a su manera, pero nuestras posiciones no parecían acercarse mucho, y vi que en verdad se podía ir al tacho un amigo de años.

Pasó otra semana.

Una noche estaba leyendo en Internet un artículo de psicología, y hablaban de ciertos estereotipos y personalidades. Entre la información, se tocaba parte de lo que, según mi terapista, formaba parte de mi diagnóstico cuando me dio depresión. Esas frases -en las que no quiero profundizar- calaron hondo en mi cabeza. Supe que muy probablemente no cambiaría nada de este puto mundo -y bien puto que es a ratos- pero que por lo menos quería ser mejor persona.

Me dejé llevar por el arrebato del momento, y como ya era tarde para llamar, escribí un último correo. Le expliqué al muchachote que lo estimo mucho, que en realidad sentía mucho haberlo hecho sentir mal, y que quería limar asperezas de verdad. Que quería darme una última oportunidad para arreglar las cosas, o que el partido no muriera al menos con la pelota en mi lado. Lo invité a un asado. Aceptó.

Cuento corto, el asado “funó” para el día previsto y fue adelantado. Él no pudo ir. No nos hemos visto desde entonces. No sé cómo será ese “encuentro”, pero igual tengo una mezcla de nervios, vergüenza, qué sé yo…

Ya relataré cómo terminó todo, pero sólo espero dejar atrás el capítulo, para poder volver a sentarme con este tipejo y ganarle una vez más en el Need For Speed.



He visto que esto ha tenido visitas y comentarios. Los agradezco mucho. (Hay algunos blogs de visitantes que son demasiado buenos!! pueden llegar a ellos yendo a la sección de comentarios y pinchando sus nicks) Como saben, la sección de comentarios está activada, hay un libro de visitas y el fiel tiroalblanco@gmail.com .

Monday, August 29, 2005

Hace ya un tiempo he estado pensando en cerrar este blog y crear otro. O cambiar la dirección de este. De hecho estuve a punto de hacerlo hace menos de 2 minutos.



Pero aún no estoy segura.

Wednesday, July 13, 2005

VTR censura desde su trono monopólico

Estoy francamente molesta. Luego de observar con escepticismo la fusión de las dos únicas empresas de televisión por cable, como eran VTR y Metrópolis -considerando el tremendo rol competidor de Sky, VTR Galaxy y ZAP, ja- ahora sólo compruebo lo que todos temíamos.

No llevamos ni quince días de esta bendita unión y hemos visto cómo poco a poco han disminuido misteriosamente las piluchas ardorosas de los fines de semana, y han sido reemplazadas por películas amarillentas. En realidad a mí me da lo mismo porque no las veía -aunque me imagino que quizás polologro las extrañe, hehe- pero no deja de llamar la atención.

Sólo hace un momento pude comprobar "en terreno" que la censura de Metrópolis se ha instalado en nuestra programación. Prueba de ello fue la película Scary Movie que se transmitía a eso de la 1:30 am de hoy, jueves 14, en el canal TNT. Siendo una película de humor, fue tan cortada, que no se entendía su simplísima trama y olvídense de las partes humorísticas, pues fueron absolutamente omitidas.

En Chile los consumidores nunca hemos sido buenos para defender nuestros derechos, y dudo mucho que esta vez ocurra una excepción. Finalmente y como dicen los economistas, problema que es "de todos", en realidad es "de nadie" y el costo "lo paga Moya". En buen castellano, cagamos.



Comentarios airados o resignados sobre el tema en el foro de este humilde espacio, o bien a tiroalblanco@gmail.com ;)

Saturday, July 02, 2005

Juicios

Estaba (estoy) “conversando” con una amiga en MSN. Fundamentalmente sobre los blogs. Le contaba que me ha estado dando lata actualizar el mío, porque repentinamente se ha hecho “muy público”, y mi idea de un lugar anónimo se fue un poco –un bastante- a la cresta. Incluso tuve que rehacerlo de 0 porque el anterior lo borré sin querer, y aproveché de poner un contador, que tiene bastantes visitas (bastantes para ser una dirección tan desconocida, se supone).

Que lo lea gente que navega por Internet y se topa con este espacio, da lo mismo. Por algo lo publiqué. El problema está en que algunos amigos –y otros definitivamente no tanto- no sólo lo visitaron una vez sino que lo hacen regularmente, y hasta han emitido juicios sobre temas de los cuales no quiero conversar ni mucho menos escuchar opiniones. Léanlo: no estoy ni ahí con que opinen sobre mi pololeo, mi “estado de ánimo”, mis dudas vocacionales o si tengo o no dos perras en departamento.

Me da lata que algunos lo hayan tomado como “el semanario de copuchas sobre la vida de Fulana”…

Supongo que seguiré escribiendo acá, porque me agrada la forma en que se ha desarrollado este rincón, aunque supongo que no con la misma soltura que antes. Habrá que ver cómo se dan las cosas.



Quien desee un Pato "Ñañez" con mensaje rabioso personalizado, q deje su correo en el foro del blog o escriba a tiroalblanco@gmail.com .